La última vez que tuve un momento crítico fue en diciembre del 2024. Ha pasado medio año relativamente tranquilo, por lo que estoy bastante contenta.
Ocurre con menos frecuencia, pero esas veces en que estoy tan estresada y cansada que no puedo dormir son tan desagradables como siempre. El conflicto de saber que necesito dormir pero mi organismo y mente se niegan a dejarme ese rato de inconciencia (ya suéltenme ae! >:v) en retrospectiva es hasta divertido de graficar, pero en ese momento es agotador, molesto, frustrante y mi pensamiento inmediato es "pero por la [inserte improperios] , ya te estabas tardando [más improperios a nadie en particular]".
Mis músculos se contracturan, mis pensamientos empiezan a ir en bucle, mis ojos se niegan a cerrarse, mi espalda me duele pero no soporto quedarme acostada... Entonces prendo mi luz, tomo mi celular y me pongo a dibujar. Dibujo largo rato, entrando a mundos imposibles, paseando en universos a los que solo yo tengo acceso y viendo realidades distintas. Pienso en cada línea que trazo llenando el lienzo mientras entro y salgo de las mentes de mis personajes, recuerdo todo mientras dibujo y trato de permitirme sentir como se los permito a ellos.
De pronto ya es de día, mi familia despierta y se prepara para iniciar el día, quien pasa por mi cuarto me saluda al verme despierta, voy a la cocina y desayuno con alguno de ellos. Cuando les comento que no pude dormir, ellos asienten y me permiten acompañarles, no me hacen preguntas, conversan normalmente conmigo. Incluso el más hablador de la casa procura tener la delicadeza de no ser invasivo conmigo.
Eventualmente mi organismo empieza a ceder, les digo que voy a dormir y ellos solo me dicen "descansa" amablemente. Me acurruco en mi cuarto y me digo a mi misma que por fin puedo descansar, que estoy a salvo y que puedo descansar.
Comentarios
Publicar un comentario